4/5/14

Renta básica guipuzcoana: 7.902,4 euros anuales para los mayores de 18 años y 1.580,4 euros para los menores

"Algunos miembros de la Red Renta Básica han realizado una microsimulación para extender la renta universal a los guipuzcoanos. Serían 7.902,4 euros anuales para los mayores de 18 años y 1.580,4 euros para los menores. Se aplicaría un tipo único del IRPF del 40,52%, que se compensaría con la renta básica. Gipuzkoa mantendría la recaudación y el 75% de las personas mejoraría. Los más pudientes tendrían que pagar más. (...)

¿Qué datos han analizado para concluir que es posible una renta básica?
La Diputación nos ha facilitado los datos de 450.000 declaraciones de IRPF de 2011. A partir de los mismos, hemos diseñado un modelo de microsimulación.

¿Cómo se caracteriza este trabajo sobre Gipuzkoa?
En varias cuestiones: universalidad y condicionalidad, que garantice una cantidad económica para cubrir necesidades básicas y no gravada por el IRPF. La renta básica no está gravada por el IRPF, está exenta. Además, debe sustituir a cualquier otra prestación pública monetaria de cuantía inferior. 

Será completada esa renta básica cuando no alcance la prestación que sustituya. Si una persona cobra un pensión equis, y la renta básica le garantizaría el 80%, el resto, el 20%, lo seguirá cobrando por la vía del Estado o el estado bienestar. No pierde.

¿Tendrá un coste para las arcas públicas?
Su implantación no va a detraer ningún ingreso al Estado por la vía del IRPF. Es un modelo en el cual vamos a financiar la renta básica de Gipuzkoa y a mantener el nivel de recaudación actual en este territorio. No tocamos ni un euro del estado de bienestar para financiar la renta básica. Es muy importante este extremo. No se toca ni la Sanidad, ni la Educación, etc… para que no haya dudas.

¿De qué cantidad económica estamos hablando para ofrecer como renta básica universal?
Hemos barajado cinco posibilidades: umbral de pobreza en el Reino de España, el de la CAV, -según Eustat-, el umbral de pobreza relativa, el SMI y la Renta de Garantía de Ingresos, que fija el Gobierno vasco.

 Estamos hablando de cantidades que van de 6.600 euros anuales a un límite superior de 9.900 euros. Nos hemos quedado en término medio: 7.902 euros anuales, que es la RGI en la CAV. Por tanto, esa cantidad se entregará a los adultos, y a los menores de 18 años el 20%, es decir, 1.580,4 euros anuales. Es una cantidad que en la UE no consiguen más que cuatro estados, entre ellos Holanda y Finlandia.

¿Qué consiguen con los datos de Gipuzkoa?
Tratamos de justificar que la renta básica no es una cosa utópica, sino que realmente con números se puede financiar y es viable. Por descontado, se ha hecho también para Catalunya.

¿Qué detectan tras el análisis del IRPF de este herrialde?
Nos permite identificar una serie de condiciones sociofamiliares de los declarantes: edad, estado civil, descendientes, lo que hace pasar de las 450.000 declaraciones a 680.000 personas que dependen en total de ésas en Gipuzkoa. 

Es una cobertura del 96% de la población. En conceptos monetarios, afloran en el IRPF prácticamente 12.000 millones. Esa es la cantidad a partir de la cual financiamos la renta básica. No vamos a introducir otra cantidad para financiar la renta básica. Lo que vamos a hacer es proponer un ejercicio de redistribución.

De ese estudio de los microdatos ¿qué conclusiones extraen?
Primero, vemos el índice de desigualdad. Siguiendo la metodología Gini, este indicador nos da un 0,39%. Es un índice de desigualdad importante. El índice Gini se mueve entre 0 y 1 puntos, cuando más se cerca al 1 más desigualdad. Estamos en un grado importante de desigualdad en Gipuzkoa. 


¿El IRPF no es redistributivo?
Todo el mundo considera, o nos dicen, que es un impuesto redistributivo. Los indicadores sintéticos en el IRPF en Gipuzkoa concluyen en que solo sirve para disminuir en un 3,84% el grado de desigualdad existente en la renta. 

Pero hay otro dato: los elementos para paliar la inequidad horizontal: las reducciones y deducciones son claramente regresivas, según se contempla en estos momentos. Acaban favoreciendo a los sectores más pudientes, que tienen planes de pensiones, de vivienda... Es decir, favorecen a los más ricos.

¿Qué proponen a la vista de esta situación de la renta?
El IRPF es un impuesto dual: una parte grava los rendimientos habituales -trabajo, actividades económicas, grueso fundamental-, y otra parte grava rendimientos de capital -ganancias patrimoniales, cuentas corrientes, etc. En 2011 el tipo marginal de la base general fue el 45% y el tipo impositivo único de la base del ahorro, del 20%. Un euro que proviene de los rendimientos patrimoniales está menos gravado que el que proviene de la renta del trabajo.

¿Qué hacer?
Que sea un tipo único en el IRPF. Si solo fuera así, sería regresivo, porque todo el mundo entiende que debe pagar más quien más tiene y menos quien menos tiene. Pero un tipo único combinado con una transferencia, una renta básica, resulta progresivo.

¿Dónde se sitúa ese tipo único para financiar esas cantidades?
Antes de llegar a los resultados de microsimulación debemos decir qué ahorramos cuando implantamos la renta básica. La renta básica absorberá aquellas prestaciones monetarias públicas por debajo de su cuantía. Por lo tanto, hay un conjunto de subsidios, pensiones que no tienen sentido con renta básica. Es un ahorro que ciframos se sitúa en 1.730 millones. 

Una parte del ahorro es de gastos de administración. Un subsidio condicionado requiere un grado de control para determinar quién tiene derecho. Son costes brutales de administración. Como suprimiremos esos subsidios, los gastos de administración son 95 millones menos en Gipuzkoa, 

Vamos a ahorrarnos la mitad de esta cantidad, según nuestro cálculo inicial prudente. Otro detalle es que hay un 4% de personas que no detectamos, pero tenemos que financiar la renta básica. Serían 213 millones a reducir a los de antes, con lo que nos queda 1.518 millones para financiar la renta básica.

Por concretar, ¿qué tipo único quieren aplicar en el IRPF?
40,52%. Permite financiar la renta básica a todos los adultos y jóvenes menores de 18 años, que están censados en Gipuzkoa. Garantiza que la recaudación del IRPF se mantenga. Son 1.474 millones de recaudación.

¿Qué significa ese porcentaje en términos directos?
Que el 62,6% de los declarantes de IRPF resultan ganadores respecto al IRPF actual. Pagan más, por el tipo de 40,52%, pero se ven compensados por la transferencia de la Renta Básica. Podríamos decir que estos ganadores aumentan hasta casi el 75% de la población, cuando le añadimos la parte que "cuelga" de cada uno de los declarantes, porque hemos considerado una transferencia individualizada.

¿Hay mejora en la distribución?
El 70% de los declarantes de IRPF incrementan su participación en la renta una vez implantada la renta básica. Será en un 9,6% respecto de lo que era la anterior. Esa cantidad es la que pierde en términos de participación en la renta el 30% de los declarantes más ricos. Hablamos de  redistribución de los recursos.

Diríamos que en la situación anterior, el 70% de los declarantes aportaban el 20% de la recaudación y el 10% más rico, aproximadamente, un 67%. Con la modificación de nuestra propuesta del IRPF el 10% de los declarantes más ricos aporta el 77% de la recaudación necesaria para financiarla.

¿Cómo quedaría la nueva redistribución del IRPF?
Con la cuota actual, con un marginal del 45%, al grupo más rico (2%) le resultaba un tipo efectivo del 23,8%. Quiere decir que el 20% que opera en la base del ahorro es un factor determinante en la caída en el pago de impuestos. Después de nuestra propuesta, la cuota del 40,52% y entregando la transferencia de renta básica a pobres y a ricos, significa que estos últimos contribuyen con un 35,07% efectivo.

¿Qué sucede con la desigualdad?
El estudio nos dice que se reduce en diez puntos. Cuando aplicamos la renta básica iríamos a una mayor igualdad, mayor redistribución. Igual que en Noruega, que es uno de los Estados más igualitarios en estos momentos. Y se ganaría en progresividad.

¿Qué conclusiones principales se derivan?
En las cuatro primeras decilas de renta: no hay un declarante que resulta perdedor. Se invierte solo a partir de la decila más alta, donde aplicando el modelo de renta básica son perdedores. En el grupo intermedio, hay algunos perdedores dependiendo de si viven solos y qué gastos tengan en su vida diaria. Cuando avanzamos a la séptima decila (28.654 euros) el 46% de los contribuyentes son ganadores.

Otra conclusión que nos ha generado la microsimulación del IRPF es que el 90% de los declarantes son pensionistas y asalariados, ya se sabía. Pero los rendimientos medios de los asalariados se cifran en 27.041 euros anuales y el de los empresarios en 20.400 euros. Es decir, los asalariados ganan un 20% más que los empresarios. Esto es un foco de fraude. En Catalunya pasa igual.

¿Dónde se encuentra la franja para decir que uno es del grupo de los ricos?
A partir de 60.000 euros en Gipuzkoa están entre los más pudientes. Y el 2% más rico está en franjas de más de 84.000 euros. Cabría preguntarse si este es el corte real, porque en Catalunya nos pasó lo mismo analizando las declaraciones de IRPF. (...)"             ('Muy concretamente: ¿cómo es posible financiar una renta básica?', Entrevista Jordi Arcarons · Daniel Raventós, en Sin Permiso, 23/02/2014)

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